Prefacio.
Me encontraba en el armario de mi habitación aterrada, desconsolada, solo gemía y lloraba, no podía creer que por más que intente, el se fue, más bien se lo llevó, tenía que hacer algo, las cosas no se podían quedar así, muchas cosas estaban en juego, tenía que decidirme esta vez, tenía que dejar la cobardía por un lado y tomar mi lugar en la batalla. Lo primero que haría sería ir por él, costara lo que costara, se que estaba siendo totalmente egoísta pero mi corazón me lo dictaba, el ya era completamente indispensable para esta encomienda y no iba a dudar sacarlo a donde quiera que él se lo haya llevado.Pero no sabía por dónde comenzar, ¿a dónde lo había llevado y como podía llegar?, lo peor no llegaba aun y realmente no sabía que tan envuelta estaba en esta treta del destino y como había llegado hasta aquí.
