Capítulo 1. Menta y Canela

Es el mes de abril, adoro este mes , la primavera aun la siento en mi piel, esas mañanas frescas y días cálidos , las noches con vientos de hasta 35 kilómetros por hora o 22.74 millas por hora, a veces comienzan por las tardes  haciendo de las suyas, parecen tormentas de arena del desierto como esas que pasan  en los programas del canal de discovey channel, la tierra es tan fina que se mete a las casas por cualquier rendija teniendo que hacer después una limpia total, en ocasiones estos vientos te toman por sorpresa en las calles dejándote completamente empolvado, tu ropa, tu cabello, hasta en los labios y puedes saborearla, y por supuesto si sufres de alergias eres una presa fácil para este clima.

Por cierto, hoy es mi cumpleaños número 18, y ha sido uno de los días más calurosos del mes, teniendo una temperatura de 38 grados centígrados o 100. 4 grados farenheit, ya siento que me derrito, llevo mis jeans azules y mi blusa negra de licra que fue muy mala idea ponérmela, solo faltan 2 días para el mes de mayo, temo que este será uno de los años más calurosos aquí en la ciudad de Mexicali, mayo también es el mes más pesado del semestre en la universidad, exámenes, trabajos finales, compañeros que aun no deciden que tema se va a exponer en la clase, etcétera.

  Me encuentro en la parada del autobús en el centro de la ciudad, solo espero llegar a tiempo a mi primera clase, voy rumbo a la universidad, pero se me ha hecho tarde ya que mi hermanito Lalo  desconecto el despertador, ya que hoy no tuvo clases y ni por equivocación quería despertarse temprano, a la distancia cruzando la calle se encuentra el parque  Niños Héroes , que solo esta a una calle de la línea internacional entre México y los Estados Unidos, puedes encontrar sin fin de personalidades en este parque, se encuentran unos niños que persiguen a las palomas que se juntan en busca de comida, algunas parejas tomadas de la mano, vendedores ambulantes de todo tipo, te venden desde revistas, chocolates y las deliciosas paletas de hielo que si ameritan comprarse por este calor, y los emigrantes que nunca fallan,  todos se reúnen con la esperanza de pasar al país vecino como indocumentados, con el fin del sueño americano y tener una vida más digna para ellos y su familia que dejan a cientos de kilómetros y recuerdos atrás. Una señora con su nena en brazos me pregunta la hora, saco rápidamente de mi mochila el celular sonyerickson  en color rosa que mi abue me regalo ayer por la noche, -son las 7:30 de la mañana- le contesto, -muchas gracias señorita- dice la señora un poco agobiada, al parecer también ya se le hacía tarde a donde quiera que fuera, en la parada ya se habían juntado varias personas entre unas 12 o 15, de pronto se escucha un chirrido,  me estremecí y me tape los oídos , mis pobres tímpanos no lo soportaron,  era mi autobús, la ruta calle E que me dejaba por las calles Castellón y Lombardo Toledano, justo a una calle de mi universidad, sin darme cuenta la gente se le deja ir al autobús para subir arremolinándose sobre mi ya que era de las primeras en la fila, pero su singular chirrido me distrajo, la verdad no pude evitar algunos pisotones y empujones que me dejaron casi hasta el final de la fila, no sabía si reír o llorar, y para colmo el chofer del autobús ya está acelerando para arrancar, aun que atrás de mi hay todavía algunas personas esperando subir, guardo rápidamente en la bolsa trasera de mi pantalón mi celular y saco de la otra $8 o $.75 dlls, y mi credencia de la universidad, me tomo de la manija para subir, le pago mostrándole mi credencial para que me haga el descuento de estudiante, pero toma las monedas no de muy buena gana, ya que al fin y al cabo es menos ganancia para el, ya por fin arriba con las demás  personas detrás mío, lucho por meter mi credencial a mi mochila, pero en eso el chofer acelera bruscamente y apenas logro tomarme del pasamanos que está en el techo del autobús para sostenerme , ya que entre la mochila y mi credencial no me permitían sujetarme bien, de pronto se escucha un sonido de claxon y ahora el autobús frena bruscamente dejándose escuchar de nuevo ese chirrido que casi rompe mis tímpanos la primera vez, actuando instintivamente para taparme los oídos me suelto del pasamanos dejándome ir hacia atrás caída libre, pero detrás mío tropiezo con alguien que me sostiene con todas sus fuerzas y aferrándose de mí, me toma con una mano  mi cintura y con la otra mano se sostiene del pasamanos, por su fuerza noto que es un varón, y al tener mi cuerpo tan cerca  de el se siente que es un hombre alto, quizás algo musculoso con unos brazos demasiado fuertes y una gran calidez en su pecho que sostiene mi espalda, sus piernas firmes no se despegan del suelo, le suplico con voz bajita -no me sueltes por favor- , me contesta-jamás lo haría-,  su voz es  tan varonil pero con un toque de miel, sientes tanta paz y tranquilidad, te hace sentir la más segura de las mujeres, y su respiración en mi oído es como una canción, su aroma casi lo puedo saborear en mi boca, huele a menta y canela y su aliento a chicle de hierbabuena, mi corazón late a mil por hora, pero no sé si es por el susto o por tener tan cerca a este chico que llamo mi atención por completo,  por fin logro sujetarme del pasamanos y el autobús avanza pero a una velocidad más prudente, doy las gracias al chico de olor menta y canela, -gracias por no soltarme- ,  pero sin volverme hacia el , estaba demasiado avergonzada, me suelta de la cintura delicadamente y muy despacio como no queriéndome soltar, me contesta -te dije, jamás lo haría-, camino hasta el fondo del autobús hacia unos asientos vacios y me siento rápidamente con la mirada baja y abrazo mi mochila, no me atrevía a mirar hacia el frente, temía encontrar su mirada y la verdad aun me moría de la pena, varias personas molestas con el chofer se quejan y le gritan  –que se cree, si no trae vacas señor-, no pude evitar que me saliera una sonrisa, ya que si el tipo no hubiera dado ese magistral frenon, no hubiera caído en brazos del chico olor menta y canela, ya avanzado un poco el camino, el autobús se sigue llenando, una persona se sienta al lado mío. Ya más relajada del susto me siento derecha y observo a las personas que vienen en los asientos de mas adelante queriendo ver si encuentro al chico olor menta y canela, pero en el lugar donde voy sentada la verdad no logro ver bien los rostros de las personas, solo alcanzo  a observar a los chicos que van en el asiento de adelante de mi besándose,- hago una mueca. Sin darme cuenta ya casi llegamos a la calle Anáhuac, que es por donde Berenice Alcalá, una de mis mejores amigas, sube  también rumbo a la escuela, vamos en la misma universidad solo que en carreras diferentes, ella estudia psicología y yo comunicación, raro en mi ya que soy algo tímida, pero a Bere, que es como me gusta decirle excepto cuando nos enojamos, a ella la conocí antes en mi clase de ingles en la facultad de idiomas, íbamos en el mismo salón, en ese entonces yo iba aun en preparatoria y Bere en segundo semestre de psicología, en cuanto nos conocimos nos llevamos excelente, creo que en el fondo somos muy parecidas; ya por la calle Anáhuac alcanzo a ver a varias personas que hacen la parada al autobús, veo varios rostros conocidos, algunos compañeros que he tenido durante los dos semestres que he llevado en la facultad, pero en fin, solo compañeros de clase, ya que en realidad lo único que tenemos en común es ir a la misma facultad y estudiar la misma carrera, no sé porque siento que no embono con muchos de ellos, ¿demasiado extrovertidos para mí? tal vez, con ideas marxistas y de Umberto Eco, grandes personajes por  supuesto y que aportaron a las bases de mi carrera,  en fin, personajes y compañeros que aun no alcanzo a comprender, pero sin embargo estoy feliz de estar ahí, adoro el periodismo y la investigación, y me encanta la fotografía.

El camión hace la parada, entre tantos rostros alcanzo a distinguir el rostro de mi amiga Bere, y como puede se sube al autobús ya que va casi lleno, luego luego me levanto le hago una seña y le grito, -Bere por acá- , se escucha mi grito en todo el autobús, lucha contra cada alma que no le permite el paso, hasta que llega exhausta hasta mi lugar dejando caer su mochila en mis piernas, se toma del pasamanos para sostenerse y con una sonrisa en los labios me dice-¡Remy feliz cumpleaños!-,  le agradezco un poco avergonzada, ya que las personas cercanas a mi me ven con curiosidad, -vez no se me olvido tu cumpleaños amiga querida, nada más se me olvido tu regalo-,  y ríe, -pero más tarde le decimos a Santiago que nos lleve a mi casa y vamos por el- me giña el ojo, -muchas gracias Bere , no te hubieras molestado, pero eres un amor-, le regreso la sonrisa y en eso recuerdo que hoy tiene examen y le pregunto con incredulidad, -¿estudiaste para tu examen?-, -¡noooo!, se me olvido-, contesta con cara de sorpresa pero a la vez de angustia, -¡hay Bere! toda la semana me lo estuviste repitiendo, ¡Remy que mala suerte!, en tu cumpleaños me toco hacer examen-, la arremedo con ademanes, pero hago que la pobre se angustie mas, -no te preocupes, ¿Qué no tienes dos horas libre hoy antes del examen?- le pregunto, -si- me contesta pensativa, -pues ahí tienes- le digo entusiasmada, -aprovechas esas dos horas libres, además ¿tu examen es hasta la última clase no?, -si- contesta ya mas aliviada, - pues ahí tienes amiga, solo es cuestión de que no se te olvide estudiar en tus horas libres ¡heeee!-, se me sale una carcajada, y ella agacha la cabeza, de pronto suena su celular, lleva un lindo blackberry  en color rojo cereza que compro en ebay, se recarga en mi asiento para sacar su celular, lo saca de una bolsita morada que lleva al cuello, estoy casi segura de que es Santiago, otro de mis  amigos . A el también lo conocí en mi clase de ingles, solo que el entro como un mes después ya que lo reubicaron,  se aburría en su clase y le hicieron un examen  donde lo ubicaron en segundo, que es donde Bere y yo estábamos , íbamos en el horario de la tarde ya que íbamos por la mañana a la escuela, por cierto Bere y Santiago ya se conocían, pero no eran amigos, y al igual que yo, Santiago estudia  comunicación en la misma facultad, pero el va en sexto semestre.

 De pronto el autobús vuelve a dar un frenon de aquellos y apenas logro tomar a Bere de su blusa, pero esta ni se inmuta de tal frenon, ella sigue platicando por su celular, me doy cuenta que ya casi llegamos al Boulevard Lázaro Cárdenas, así que ya falta menos para llegar a mi Facultad, pero  en mi mente solo  existe un cuestionamiento, ¿seguirá en el autobús este chico que me sostuvo entre sus brazos para no dejarme caer?, o  ¿tendré tan mala suerte que habrá bajado y nunca sabré quien es?, ni siquiera vi su rostro, solo escuche su voz, y bueno, por el momento estoy conforme con conocer su color de voz, tan cálido, tan dulce, tan sexy, -me sale una risita-. Sin darme cuenta comienzo a tararear la canción que se escucha en la radio del autobús, a pesar de lo sofocante que es estar aquí con tantas almas a bordo y escuchar sus voces al mismo tiempo, en el trasfondo de todo eso, no podía pasar desapercibida esa genial melodía, es la canción de Thalía, estoy enamorada, y bueno  la verdad es una de mis canciones favoritas, en eso se escucha el timbre del autobús estropeando la melodía que escucho, varias personas piden la parada para bajar, la persona que va enseguida de mí, me pide permiso para salir ya que va del  lado de la ventana, me levanto y echo una mirada hacia enfrente, pero ya quedan pocas personas y la verdad no sé si aun sigue en el autobús el chico olor menta y canela, me siento ahora hacia el lado de la ventana dejando que Bere se siente junto a mí, ella aun sigue en su teléfono celular al parecer, la verdad no tengo idea de que habla, solo se escuchan, aja, si, ok, está bien, pero no logro escuchar más información, y la verdad me da pena preguntar, así que mejor seré prudente, de pronto se escucha de nuevo la melodía de Thalía, que después de tanto agetreo se enmudeció , pero ahora se escuchaba mejor ya con el autobús más desahogado, por fin se escucha genial, ya por la calle Castellón de pronto mi mente vuela, vuela a esa pesadilla que tuve a noche y que después no me dejo dormir, en ella aparecía mi mama y yo, volábamos por el espacio tan oscuro como las tinieblas, volábamos casi como  un rayo, ya que detrás de nosotras iban dos demonios que nos tocaban los talones, eran como esos demonios de pastorela, completamente rojos, con cuernos , cola y unos ojos feroces y hambrientos, esta pesadilla me suena algo cómica de repente, pero cuando la estaba soñando, me moría del miedo, sentía como con sus enormes garras me tomaban de los pies y no me soltaban, me aferraba a mi mama que seguía volando a un lado mío sin soltarme de la mano. A lo lejos escucho unos murmullos  - ¿Hey me escuchaste?,  ¿Remy me escuchaste?- me dice Bere, -¿qué…que paso?- le pregunto, - que ya llegamos, pero creo que tu mente está en otra dimensión-  y  Bere arquea la ceja. Echo una mirada hacia fuera del autobús y veo la peletería que esta a una cuadra de mi facultad sobre la calle Castellón, me levanto de un tirón y pido la parada, -bajan por favor- ,y toco el timbre ya que esta de mi lado, Bere me dice, -ya pidieron la parada Remy  no seas bobita-, me lo dice en tono de burla, y le pregunto, -te estás vengando malvada, ¿verdad?, me contesta, -¿por lo del examen?, ¡noooo!, nos miramos y echamos a reír, Bere se levanta también para bajar juntas por la puerta trasera, esperamos un poco para bajar ya que varios pasajeros también hacen la parada y mueren por bajar, la mayoría somos estudiantes y ya faltan solo unos minutos para las 8 de la mañana, y todavía tengo que ir a entregar un libro a la biblioteca que tiene una calca en amarillo, eso te permite tener el libro solo un día, y a las 8 am se cumplen ya las 24 horas de plazo, y si no lo entrego a tiempo me cobran por hora, ¡haaaa! me quiero morir. Bere y yo  somos las ultimas en bajar, bajando el primer escalón volteo hacia el frente del autobús observando por última vez si llego a reconocer al chico que me rescato de un trancazo de aquellos, pero solo quedan como seis personas, y la verdad no logran distinguirse en su totalidad, pero tomando en cuenta que van como 3 señoras, 2 viejitos con sombrero y un chamaco al parecer en fachas, suponía que ya había bajado, así que bajo rápidamente los escalones que faltan y me obligo a tener que renunciar a la idea de volver a verlo algún día. Bere me dice, -¡apúrate! que no entras a las 8 de la mañana-, -si- le contesto, y mira su teléfono celular y dice, -pues ya faltan solo 5 minutos ¡he!- , los carros de la calle Lombardo Toledano hacen su alto para dejarnos pasar y le digo, -corre se me hace tarde para mi clase de administración - , la verdad se me hace eterno llegar a la puerta de entrada, pero aun nos hacen falta unos metros y la acera se me hace larguísima, y murmuro, -que el maestro no me cierre la puerta por favor-, - ¿que dices?-, me pregunta Bere ya casi sin aliento, -que ya me canse y estamos sudando como puerco las dos-, le sale una carcajada, detenemos un poco el paso y ya solo vamos en caminata y no jugando carreritas, observo a través del cerco de la escuela, y lo miro desde lejos, en ese momento poco me importa llegar tarde a mi clase de administración, el está allí sentado en una de las bancas de la entrada, es el, mi amor platónico, uno de mis mejores amigos por lo cual es intocable y más aun, Bere esta enamoradísima de él y eso lo hace doblemente intocable, nunca me lo ha dicho abiertamente pero sus mensajes verbales como físicos cuando ella está cerca de el son más que suficientes para darme cuenta, -mira quien está allí-, me dice Bere tratando de ocultar una sonrisa, -si ya lo vi, estuviste platicando con el por teléfono todo el camino para acá, y mira hasta parece que se baño-, le contesto con una risita, y sonreímos las dos. Cuando lo conocí ya hace como dos años en la facultad de idiomas, lucia exactamente igual, extremadamente guapísimo, la primera vez que me hablo, mi corazón al igual que hoy en el autobús, latió a mil por hora, trae puesta una camisa de estilo japonés de esas que están de moda, color gris con blanco, sus jeans azul marino y sus tenis convers en negro que tanto me gustan, la verdad el se ve  súper bien, no es de los que se pasa la vida en el gym, pero su cuerpo perfecto lo dice todo, que sea mi mejor amigo no quiere decir que no vea lo guapo que es, su metro ochenta me deja 7 centímetros mas baja que el, su piel color durazno resalta con el sol de primavera, su pelo lacio en color castaño con tonos cobrizos en una ligera moja le da un toque de personalidad, y sus ojos, wow, nunca había conocido a alguien así, tiene un color de ojos muy particular, tiene un problema genético llamado heterocromia, es decir ojos de color diferente en una misma persona, su ojo izquierdo es azul zafiro y el otro verde oscuro, al principio se me hizo súper raro, pero después comencé a apreciar su singular y bello defecto, Bere y yo nos acercamos hacia el para saludarlo, me mira directamente a los ojos y me dice, -Remy Pi, ¡feliz cumpleaños!-, agacho por unos segundos la mirada ya que temo que lea en mis ojos lo feliz que estoy por el hecho de que haya recordado mi cumpleaños y mi cuerpo nervioso empieza a tambalear, me toma ligeramente de la cintura con sus manos y de pronto se van hacia mi espalda rodeándome completamente entre sus brazos, siento el latido de su corazón cerca de mi oído, es como un arrullo, cierro y abro mis ojos rápidamente dejándome llevar por ese sonido, y su aroma a tierra mojada y flor de azahar me encanta, al igual que el, rodeo su cuello con mis brazos olvidándome de todo, su sensibilidad y ternura mezclada con picardía, astucia y madures es lo que verdaderamente a atraído mi alma hacia el,  pero recuerdo que Bere está ahí, al lado de nosotros y yo misma me empujo hacia atrás para zafarme de sus brazos prisioneros, pero creo que se conforma con darme un beso en la mejilla, sus labios entre abiertos hacen que sienta la humedad en ellos y mi piel tan blanca como la leche, se eriza completamente, -muchas gracias Santiago Malaj-, miro de reojo a Bere,  pero ella prefiere voltear hacia otro lado, creo que Santiago nota lo poco comoda que Bere se siente con esta situación y se acerca a saludarla dándole también un beso en la mejilla, en eso les digo, -ya me voy a mi clase de administración se me hace tarde-, -claro nos vemos donde siempre- ,me dice Santiago, a Santiago le encanta pasar su tiempo libre en una de las bancas del jardín de la facultad, esta banca es la ultima del jardín y es la que tiene mesita de concreto y en ella hay un tablero de dama china pintada, ahí se encuentran unos enormes arboles de eucalipto dando estos días tan calurosos una sombra donde te puedes refugiar, siempre al salir ya de nuestras clases Santiago se encuentra sentado ahí esperándonos a Bere y a mí, siempre con su hermosa sonrisa y su tierna mirada, aun que la verdad me gustaría más que nos esperara en la cafetería, pero siempre está llena y no logramos nunca tomar un lugar, aunque la verdad Santiago es un antisocial de primera, la verdad nunca lo he visto con nadie más, solo con Bere y conmigo, de pronto recuerdo el libro  con calca amarilla que debo entregar antes de las 8 am en la biblioteca, -¿me pueden hacer un favor?-, les digo casi suplicándoles, - claro ¿que pasa?-, me pregunta Santiago un poco ansioso, - no sean malitos ¿pueden entregar este libro en la biblioteca por mi?, - claro que si cumpleañera lo que usted diga y mande-, me dice Bere con mejor semblante, -¿pero si pueden?, les pregunto, - claro que sí, mi siguiente clase es hasta las 9 de la mañana no te preocupes-, me contesta Santiago, saco rápidamente el libro de mi mochila, es el libro de literatura el cual tuve que devorar ayer por completo para el examen que tengo hoy a la 12 de la tarde, por Dios ¿quien tiene examen es su cumpleaños?, se lo entrego a Bere y les doy las gracias, salgo corriendo hacia el primer edificio, mi clase es en el segundo piso en el salón A6, ya en el edificio sigo el corredor y después giro a mano izquierda para subir las escaleras y allí va mi maestro de administración, su nombre es Gilberto Montreal, le calculo como unos 65 años de edad, se ve que es un hombre orgulloso de lo que hace, su sabiduría la lleva en las canas y sus manos, manos que han pasado ya por cientos de páginas de sus libros ansiosos por ser leídos, camina derecho con su frente en alto a pesar del tiempo, siempre al pendiente de sus alumnos y con el entusiasmo de compartir un poco más de su conocimiento, me apresuro  para alcanzarlo y me llevo los escalones de dos en dos, y por fin lo intercepto, -¡hola maestro buenos días!-, lo saludo, -¡hola! Remy, buenos días, ¿como has estado?, me pregunta, -muy bien maestro muchas gracias, aquí llegando barrida  a su clase-, y me muerdo una uña, -pero lo importante es que llegaste Remy-, me lo dice mostrándome una gran sonrisa. Entramos al salón y como siempre me siento en la fila del medio en el segundo mesa banco aquí en mi clase de administración, siempre procuro estar en los mesa bancos del frente, ya que soy bastante distraída y si quiero pasar mis materias en verdad necesito poner atención al maestro, no soy ni la mas aplicada ni la más inteligente, pero ya que tengo la oportunidad de estar en la universidad debo aprovecharla, no sé que me depara el futuro y es mejor estar preparada para lo que venga. La clase de 2 horas de administración se me va rapidísima, platicamos un poco sobre el procedimiento administrativo, y por supuesto sobre el trabajo final, ¡rayos! otra vez tengo que ir a encerrarme como ratón a la biblioteca, mi siguiente clase es estadística, y solo tengo tiempo de ir al laboratorio de informática, que es donde llevo esta clase, y esta hasta el otro lado de la facultad, debo llegar a tiempo para que no me ganen mi computadora favorita, paso por un lado de la biblioteca y pasa por mi mente sacar de una vez el libro de administración para el trabajo final, pero a medio camino mi teléfono celular comienza a sonar una y otra vez, lo saco de la bolsa trasera de mi pantalón y veo que me han llegado varios mensajes de mis amigas de la infancia, supongo que son mensajes de felicitaciones, leo el primer mensaje, es de mi amiga Tany Barbosa y dice, Felicidades Remy, espero que este  sea uno de los días mas padrísimos de tu vida, recuerda que te queremos mucho toda la banda, toda la banda de locas digo, jajaja, mañana nos vamos a festejar he, sonríe siempre…, y en efecto me saca una gran sonrisa el sentirme tan querida ese día, retorno la mirada hacia el frente después de leer el mensaje de Tany, y de pronto me topo con un chico con el que casi tropiezo,-ten cuidado-, me dice algo molesto, la verdad ni pongo atención simplemente le saco la vuelta, y por un momento tan solo un momento ese aroma…, guardo mi teléfono de nuevo en la bolsa de mi pantalón y voy directo al laboratorio, una vez en el laboratorio me doy cuenta que mi computadora favorita había sido invadida por una de mis compañeras de clase, ella es Claudia Jiménez, de estatura media, delgada, cabello rubio y por si fuera poco un rizado espectacular, bastante guapa la verdad, pero con un vocabulario y una reputación que dejaban mucho que desear, teníamos una pequeña rivalidad debido a esa computadora, me mira con una sonrisa torcida pero me hago la disimulada, en eso escucho la voz de mi amiga Luisa, -ven Remy, acá te aparte un lugar-, Luisa Rodríguez es encantadora, a ella la conocí cuando entre aquí a la facultad, entramos el mismo año, vamos en carreras diferentes pero compartimos todavía las materias de tronco común, ella es una linda cubana, su familia y ella se vinieron a México cuando ella era aun una bebe, desembarcaron en Cancún, ella me cuenta que su padre prefirió venir a México, ya que contaban con familiares que les fueron de mucho apoyo, y por azares del destino ella llego hasta acá, a Mexicali, ella ya tiene su propia familia, tiene 3 hijos al lado de su esposo y un negocio prospero, ella decidió entrar a la facultad a estudiar psicología debido a que su hija mayor de 14 años, Nidia, sufre de autismo, pero bueno eso es ya otra historia, en verdad considero a Luisa una verdadera amiga a pesar de la diferencia en las edades, la veo un poco menos que a Bere o a Santiago, pero… no sé, tal vez su manera maternal de tratarme es lo que me cautiva de ella, me acerco hasta Luisa y Verónica, otra de mis compañeras, -¡hola! chicas, ¿cómo están?- y les doy un apretón de mano a cada una,  pero a Luisa le doy una palmada en el hombro y le giño el ojo como símbolo de complicidad, -muy bien Remy gracias-, me contesta Luisa, y Verónica me pregunta ¡hey! ¿qué hoy es tu cumpleaños?, -¡shhh!- le digo con mi dedo índice pegado a mi boca, -si pero hay ciertas personas que no quiero que se enteren-, le digo en voz baja volteando hacia Claudia y me siento en mi lugar, -está bien no te preocupes, ¡felicidades!-, me responde también en voz baja, -¡gracias!-, le contesto ya con mi tono de voz normal, en realidad  no me importa que alguien se entere, simplemente es algo que no creo que les importe a los de mas,  pero la verdad es que la rivalidad entre Claudia Jiménez y yo, no solo es por esa computadora, si no gracias al pesado de su novio Logan, que para variar va conmigo como en tres clases de las siete que llevo aquí en la facultad, un día aquí mismo en el laboratorio de informática antes de que la clase comenzara, habíamos solo como unos cuatro alumnos, yo me encontraba haciendo un trabajo de ética cuando se sentó a usar la computadora que estaba a mi lado, no sabía lo que el hacía en ella pero de pronto voltea hacia mí y me dice,  -mira Remy, tú te verías estupenda en uno de estos-, y volteo hacia el monitor y veo a una chica disfrazada de policía semi desnuda, -mira logan-, le contesto, -yo no me llevo contigo, es mas ni siquiera te hablo, y ni quisiera hacerlo-, y me dice, -hay sí, ¿te enojaste?, si fue un cumplido-, y con su mano me toma la pierna, -quítate estúpido- y le doy una cachetada, me levanto y le grito -¿que no sabes respetar a las mujeres? tarado-, los otros alumnos que estaban en el laboratorio voltean hacia nosotros algo desconcertados, Logan se da cuenta y sale corriendo, la verdad ese día no supe lo que Logan le diría a Claudia, pero desde ese día siento que ella me mira con recelo y ni hablar de Logan, siento que cada vez que me ve, me come con los ojos, es una sensación horrible, pero es algo con lo que tengo que vivir, por lo menos hasta que termine mi carrera. La clase de estadística ya por fin termina, y la verdad tuve que poner el doble de atención tomando en cuenta que estábamos casi al final del laboratorio y que en mi mente divaga la curiosidad por saber quién es el chico del autobús, el chico de piernas y brazos fuertes que me tomo entre sus brazos con tal delicadeza, sin darme cuenta me rodeo entre mis propios brazos abrazándome,  aun que la verdad tengo pocas esperanzas, no conozco su rostro o su nombre, o donde poder encontrarlo, me sale un suspiro espontaneo. Luisa, Verónica y yo, nos vamos directo a la clase de Literatura, caminando entre los pasillos sacamos las libretas con los apuntes para dar un último repaso para el examen, a lo lejos veo a Santiago y mi corazón palpita con más fuerza, me moría por volver a estar cerca de él y escuchar el timbre de su voz, de escuchar su respiración, de saborear su aroma, y perderme en esos ojos, me puse tan nerviosa que hasta se me cae uno de mis cuadernos, me agacho para levantarlo y volteo la mirada de nuevo hacia él, pero el ya no está. Por fin llegamos al salón y tomamos nuestros lugares, Luisa y yo nos sentamos en la primera fila, yo detrás de ella, y Verónica prefiere sentarse en la segunda fila casi al frente del escritorio del maestro, en este caso maestra, en mi mente trato de repasar algunos conceptos y géneros literarios que estudie un día anterior, en eso llega la maestra lista para aplicar el examen y uno a uno los va entregando, pide por favor guardemos libros cuadernos y acordeones, porque si somos sorprendidos con algo de lo mencionado se nos retira el examen sin derecho a extraordinario, la verdad la maestra Carmen Arriaga es súper estricta, ¡hoo cielos! estudie tanto que si alguien me habla, temo que se me saldrán las ideas por las orejas, ya con el examen en mi mesa banco me concentro solo en el, trato de leerlo todo para ver que preguntas son las más fáciles para contestarlas lo más pronto y mejor posible, me toma solo dos minutos leer el examen completo, son solo 10 preguntas abiertas, pero valla que la maestra se esmero en hacer las preguntas más difíciles, concentrada en una de las preguntas con el seño de mi frente fruncida, no logro recordar el tan mencionado escritor favorito de mi maestra que está en una de las preguntas, mi mente por unos segundos divaga y se torna en blanco y de pronto retumba en mis pensamientos solo la voz del chico con el que hoy por la mañana camino al laboratorio de informática casi tropiezo, ¡hoo por Dios!, era la misma voz, estaba casi segura, pero ni siquiera le había prestado atención, casi lo tacleo y no fui para volver mis ojos hacia él y por lo menos ofrecerle una disculpa y darle las gracias por lo sucedido en el autobús de camino para acá , no puedo creer que ni siquiera lo vi por curiosidad, me muero por retroceder el tiempo y mirarlo de una vez por todas a los ojos y quitarme esta angustia de mi alma y de mi ser, bueno creo que estoy siendo demasiado melodramática, -me sale una sonrisa torcida y muevo mi cabeza hacia los lados, la verdad es que solo me conformaba con mirarlo solo una vez, ¡hoooo! ya recordé el nombre del escritor, su nombre es Dante Alighieri, ahora que recuerdo su apellido es el del problema, ¿por qué a personajes tan famosos les ponen apellidos tan difíciles de aprender?, ¡me encanta!, el es el autor de la Divina Comedia, el nació en Florencia Italia en el año de 1265 el 29 de mayo  y murió el 14 de septiembre de 1321 aproximadamente, el es famoso precisamente por esta magnífica obra,  hace un recorrido por el infierno, el purgatorio y el cielo, todo por encontrar a su amada Beatriz, tal vez por eso tuve esa pesadilla anoche, leer el infierno de Dante trajo consigo ese mal sueño, te transporta a ese lugar tan desgarrador, casi puedes oler el azufre y ver en tus ojos el fuego pecador, esa llama que nunca se apaga y va quemando poco a poco cada espacio de tu piel desnuda, como ese sufrimiento de por vida te va gastando el alma, es un lugar de almas en pena, de almas perdidas y desconsoladas, solo el sufrimiento mueve a ese lugar, almas que no tuvieron otra salida, atormentadas ahora de por vida pagando sus pecados y lo peor, no son almas arrepentidas, la verdad no se si tuviera el valor de entrar por la puerta del infierno, de postear mi alma al diablo por el ser amado y ser una presa fácil para el, de recorrer los rincones del pecado, esos lugares tenebrosos llenos de tinieblas, y de llevar en mi solo penumbras y un dolor eterno y solo por volver a mirarme en sus ojos, -de pronto siento escalofríos en toda mi piel,  aun que claro, nunca nadie ha venido de ese lugar y nos lo ha descrito tal cual es, son solo suposiciones, pero después de haber leído el infierno de Dante en verdad quedas atemorizado, y tener que describirlo aun mas, ya que la siguiente pregunta me lo pide. Dante se encuentra perdido en la selva oscura, incapaz de encontrar el camino verdadero a la salvación, una pantera, un león y una loba lo interceptan, su amada Beatriz le envía ayuda con Virgilio, su poeta romano favorito, Virgilio que se encontraba en el primer circulo del infierno, el limbo, donde se encuentran los bebes que no fueron bautizados y los paganos virtuosos, ellos en realidad no cometieron algún pecado, pero no aceptaron a Cristo, ellos no son precisamente atormentados, pero están condenados a desear estar en la presencia de Dios sin poderlo hacer, y sin ninguna esperanza de reconciliación con él, el limbo también es un lugar neutral, ni bueno ni malo, en el se encuentran prados verdes y un enorme castillo donde alberga a los mas sabios hombres de la antigüedad, incluido Virgilio, que se ofrece a guiar y socorrer a Dante por los nueve círculos del infierno. Antes de pasar el Aqueronte, que es el rio de la tragedia el cual te lleva al infierno en si, en sus orillas se encuentran las almas que no se comprometieron con nada, que en su vida terrenal no hicieron cosas ni buenas ni malas, ahí, en ese lugar, Dante reconoce a Poncio Pilato, también se encuentran los exiliados que no participaron en la rebelión de los ángeles, ellos no están ni en el infierno ni fuera de este, pero están condenados a seguir eternamente una bandera mientras son atacados por abejas y avispas, que continuamente los pican , mientras gusanos y otros insectos succionan su sangre y lagrimas, esto simboliza el aguijón de sus conciencias y la repugnancia del pecado.  Ahí mismo, en la puerta del infierno hay una inscripción que dice "Es por mí que se va a la ciudad del llanto, es por mí que se va al dolor eterno y el lugar donde sufre la raza condenada, yo fui creado por el poder divino y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí".

Para pasar el Aqueronte, Dante y Virgilio deben cruzar en la barca de Caronte, pero como Dante aun procede del mundo de los vivos Caronte no lo deja pasar, pero Virgilio lo convence con la célebre frase, “así se dispuso allí donde se tiene la autoridad” indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios. Las Protestas y blasfemias de las almas condenadas llenan la atmosfera, pero Dante pierde el conocimiento y no se sabe en sí, que pasa en el cruce del rio, pero su viaje por el infierno ya comienza. Dante describe al infierno en forma de un cono con la punta hacia abajo y los nueve círculos que son: primer círculo; Limbo, segundo circulo; Lujuria, tercer circulo; Gula, cuarto circulo; Avaricia y Prodigalidad,  quinto circulo; Ira y Pereza, sexto circulo; Herejía, séptimo circulo; Violencia, octavo circulo; Fraude, noveno circulo; Traición. Cada circulo va ascendiendo la gravedad del pecado y todos los condenados son castigados según la gravedad del pecado cometido en vida, en el ultimo circulo Dante describe una especie de palacio en el cual se hallaban los que traicionaban a sus bienhechores y allí se encontraba Lucifer, el lo describe como un demonio de tres cabezas y dentro de la boca principal se hallaba Judas, al cual mordía con sus filosos colmillos como juguete, mientras este gritaba de dolor
 Cierro mis ojos apretándolos casi sin darme cuenta, los abro y me pongo el lápiz en la boca queriendo concentrarme en la siguiente pregunta, noto que algunos de mis compañeros entregan ya sus exámenes, no levanto la mirada para no distraerme mas, ya por fin voy en mi última pregunta, la verdad ya quiero terminar este día de clases y mi recompensa será estar con Santiago y claro con mi amiga Bere. Doy una última ojeada al examen, me levanto y entrego a la maestra el examen, regreso a mi mesa banco por mi mochila.

by kika ferre
thanks
Lunes 24 de Septiembre del 2012

1 comentario:

  1. Me gusto mucho tu historia, es romantica y a la vez te engancha y te tiene en suspenso, los dialogos muy fluidos lo que hace que los puedas leer con facilidad y le entiendas a la historia como tal, llena de imaginacion, espero los de mas capitulos, buena suerte...

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