Solo me sale un suspiro que me
estremece, a lo lejos se ven y se escuchan códigos y sirenas de la ambulancia , ya
quiero que todo esto termine digo para mis adentros, -ya vienen-, me dice el
director de la facultad con sus ojos totalmente abiertos, y llevo mi mano a mi
cabeza mientras cierro mis ojos por unos instantes, la secretaria se dirige al
director diciéndole, -¿no cree que será mejor que atiendan a la chica en su
oficina?, -si claro, así ella se sentirá mas cómoda, no queremos en
estos momentos a los estudiantes de fisgones por aquí- , le contesta el director
con la mirada baja, - ¿vamos corazón?-, me dice la secretaria estrechándome su
mano, tomo su mano solo como agradecimiento ya que en verdad trato de hacerme
la fuerte, entramos a la oficina del director y me siento en un sillón de
terciopelo negro que esta justo enfrente de la mesita de centro, la secretaria
sale y deja la puerta entre abierta, tomo un respiro y escucho entrar a la
dirección a los paramédicos de la cruz roja, saludan dando las buenas tardes y
preguntando quien es la chica que fue atacada, y me muerdo las uñas, el
director les contesta, - esta en la oficina, pasen por favor-, tocan la puerta
entre abierta pidiéndome permiso para pasar y yo solo los miro con cara de
angustia y se me escapa una lagrima que enjuago de inmediato con mi mano
derecha, me regalan una mirada de consuelo, noto que son una paramédico y un
paramédico, y el me pregunta, -¿pero que te paso?, ¿en que te podemos ayudar?,
le contesto con mi voz entre quebrada y mis ojos vidriosos, -fui… atacada en el
baño y el tipo me lastimo con una navaja suiza a un costado del vientre-, -muéstrame
la herida-, me dice el paramédico con su mirada curiosa y levanto mi blusa algo
apenada y bastante adolorida a la vez, y examina la herida haciendo que me
salga un ¡auch!, -¿te limpiaron la herida?,
me pregunta, -si-, le contesto, -lo hicieron bien-, me dice mirándome a los
ojos, y yo sonrío tenuemente, -la navaja no estaba muy filosa-, dice la paramédico,
- por lo general este tipo de navajas pierden su filo rápidamente, ya que
sirven para todo y a la vez para nada-, contesta el paramédico con una risita
tratando de relajar el ambiente, - pero al final cumplió su cometido-, contesto
con irritación en mi voz, -desgraciadamente así es, pero hubiera sido peor, créeme-,
me contesta frunciendo el seño, y yo solo suspiro, y en ese momento en
particular siento una ausencia en todo mi ser, como si algo me hiciera falta,
como un espacio en mi piel, me hace falta su mirada, me hace falta su
presencia, me hace falta el tintinar de su voz, me hace falta el rose
espontaneo de su piel en estos momentos, no se si mi amiga Bere ya le halla
platicado a Santiago todo lo sucedido, no quiero imaginar como se pondrá
Santiago en cuanto se entere que Logan Iriarte me ataco y peor aun, que quiso
propasarse con migo, será mejor que no sepa mi pesar, la verdad no se como
reaccionara, y la verdad prefiero no saber, yo sé que solo somos amigos, pero
estoy segura que aun así le importo demasiado, el problema será que le
inventare, que cosa loca hare para que el me crea, claro si es que puedo
convencerlo, ya que al parecer me conoce mejor que yo. Y como zumbido escucho
la voz de la paramédico, -vamos a rociarte un anestésico para cocerte la
herida, no es tan profunda, pero en ese lugar en particular fluye mucho la
sangre y es mejor cerrar la herida, pero no te preocupes, solo serán como siete
puntadas-, y yo solo aprieto mis ojos esperando que la punta de la aguja entre
y perfore mi piel, la paramédico hace una nueva limpieza en mis heridas y después
me rocía el espray anestésico mientras con mis ojos ya entre abiertos veo como
el paramédico prepara aguja e hilo como
si fuera a coser una bastilla o un agujero de un pantalón roto, el paramédico
me dice mostrando su interés, - este tipo de hilo quirúrgico no es absorbible
pero no te deja tan marcada la piel, así que no te preocupes, una semana es
suficiente para retirarte los puntos y que sane tu herida, así que es necesario que vallas a tu centro
de salud o a la misma cruz roja-, en mis pensamientos pasa la idea de cocer mi
alma, ojala se pudiera cocer y sanar la herida que estoy sintiendo en ella y
que no dejara marcas de por vida, y escucho la voz del paramédico, -¿estas
lista?-, y le contesto cerrando mis ojos lo mas fuerte que puedo tratando de
ausentarme de mi cuerpo, - creo que si-, y siento como la aguja invade mi piel,
la verdad solo siento como una gran punzada, no tan dolorosa como esperaba,
pero mejor trato de divagar para no ponerme ya mas nerviosa, trato de recordar
todo lo que hice antes de llegar hasta aquí, antes de sentir esta rasgadura en
mi piel, que ahora sé que es tan frágil como el papel, y como flashazos vienen
las imágenes a mi mente de lo que paso hoy en el autobús de camino para acá, de
como aquel chico tan fuerte y con voz tan sexy me sostuvo entre sus brazos al
momento de que el camión freno tan abruptuosamente, que si no, hubiera ido
directo hacia atrás a estrellarme contra el piso, su aliento en mi nuca y su
voz en mi oído, su cálido pecho y su mano en mi cintura, su aroma a menta y
canela y su rostro, su rostro es una incógnita para mi… en blanco por completo,
de pronto mi cuerpo se estremece y el paramédico me dice con voz de regocijo,
-listo niña, quedaste como nueva-, le contesto con una sonrisa a medias, -
gracias, en verdad te lo agradezco mucho-, - es mi trabajo, y lo hago lo mejor
que puedo-, me dice con orgullo en su voz, y la paramédico me recuerda que
tengo que ir a que me revise el medico y me recete unos antibióticos y desinflamatorios.
En eso se escucha la sirena de la patrulla que se estaciona en frente de la
facultad, y tuerzo la boca, ¡hay no!, la verdad no quiero hacer esto, y le
pregunto al paramédico con un hilo de voz, -¿es muy necesarios que me
entreviste la policía?, - así es, recuerda que lo que te paso no fue cualquier
cosa, y además hay que evitar que la persona que te ataco no vuelva a lastimar
a alguien mas-, me contesta seguro de sus palabras, y solo asiento con mi
cabeza, y la paramédico me dice mirándome directo a mis ojos, - es muy importante
que pongas una denuncia, no es justo que ese tipo ande por ahí suelto con lo
peligroso que es, además este día tu corriste con mucha suerte, es mas, tu ángel
guardián estaba muy cerca de ti, no sabemos si este tipo ya hizo lo mismo con
otras chicas y si lo seguirá haciendo-, y mi cuerpo se eriza, -no te preocupes,
nosotros también tenemos que dar un reporte sobre tu caso, de como es que te
encontramos y que fue lo que hicimos, no estarás sola-, me dice el paramédico mostrándose
tranquilo, en eso se escucha que abren la puerta de cristal de la dirección, y
se escuchan las voces de dos personas mas en la sala, al parecer ya por fin
esta aquí la policía, ¡rayos!, como si no fuera poco sentir este dolor de las
suturas en mi cuerpo tambaleante, todavía tengo que recordar al tipo que me
ataco, ¡ash!, rechino mis dientes, y dos hombres algo robustos con traje azul marino
entran a la oficina del director, y cierro mis ojos pero solo por unos segundos,
trato de controlar mis sentimientos encontrados y de no derramar ni una
lagrima, pero mis ojos enrojecen por el esfuerzo, noto que el director y la
secretaria también entran a la oficina, el director toma su lugar en el
escritorio, y la secretaria se queda parada al lado de la puerta, mientras los
policías se sientan hacia el otro lado de la salita de la oficina con mucha
curiosidad en sus miradas, y uno de ellos me dirige una pregunta, -¿ que fue lo
que te hicieron?, claro, supongo que tu eres la chica que atacaron, ¿verdad?-,
- si-, y de pronto el pánico se apodera de mi enmudeciendo mi garganta al
reconocer lo serio del asunto, mi cabeza
me da vueltas y me hace falta el aliento, la paramédico al verme un tanto mareada,
me pregunta, - ¿quieres tomar un poco de aire?-, el director dirige la mirada a
la secretaria con sus ojos bien abiertos ordenándole prácticamente que salga
con nosotras, nos dirigimos hacia fuera y noto que hay algunos estudiantes
curiosos que nos miran algo confundidos, pero la secretaria se encarga de que
se disipen por los otros corredores de la escuela, supongo que ese era el plan
del director al comerse con la mirada a la secretaria cuando la paramédico me
pregunto si quería salir a tomar aire, a lo lejos, cerca de la cafetería, por
un momento creo ver a Santiago, pero en realidad no se si es el, o las ganas
que tengo de verlo y perderme entre sus brazos y olvidarlo todo, así que
supongo que solo es una alucinación, se me ocurre voltear hacia el sillón
individual donde se supone esta sentada mi amiga Bere, pero ya no se encuentra
allí, la verdad no había notado su ausencia, respiro profundo y con zozobra
pregunto a la paramédico, - ¿Qué estará pasando adentro?, y ella me contesta, -seguramente
le están preguntando a mi compañero como te encontramos, que lesiones son las que te
hicieron y como estas anímicamente, y para serte sincera, es de los mas normal
que después de un ataque como el que sufriste, al principio queden secuelas, y
que por eso estés tan estresada, en realidad eso es lo que te hace actuar de
esa manera-, y le digo con cara de preocupación, - no entiendo-, -si mira, tu
mente trata de protegerte cuando quieres recordar el suceso que te ha
lastimado, hace que tu cuerpo también lo
rechace al sentir malestares como mareos acompañados de nauseas, así que para
tu cuerpo y tu mente es mejor no recordar nada, así es como te protege-, y le
contesto, -¡hooo!, entonces será mejor así, no recordar nada-, y en eso se
escucha la voz del director pidiéndonos que entremos, y me muerdo los labios
casi hasta hacerlos sangrar, veo de reojo que sale el paramédico de la oficina
y le pide a su compañera que valla con el por que tienen que ver algo, solo alcanzo a ver que se apresuran
hasta el fondo del corredor y dan vuelta hacia la izquierda. Entramos directo a
la oficina del director donde aun me esperan los dos policías, el director y la
secretaria siguen conmigo como una sombra, me siento lentamente en el sillón que esta
enfrente de ambos polis, pero esta vez decido ser valiente y no agachar la
mirada, pasan unos segundos para que la primera pregunta dirigida hacia mi sea
elaborada, con una libreta en la mano uno de ellos lanza la primera pregunta
directa y sin rodeos, - ¿Remy, porque crees que fuiste atacada?-, con una
mirada incrédula pero segura de ello le contesto, - no lo se-, en cuento
termino mi respuesta me es dirigida inmediatamente la siguiente pregunta,
-¿conoces al atacante?-, me pregunta el otro policía, - así es, va conmigo en
algunas clases-, le dirijo mi respuesta con los ojos entre abiertos, -¿qué
relación tienes con el?-, me pregunta el mismo policía, - Logan Iriarte y yo solo
somos compañeros de clase, y solo eso-, le contesto con ferocidad en mi voz, -
¿anteriormente habías tenido algún percance con el?-, ahora pregunta el otro
policía con su mirada gélida, -pues creo que si-, le contesto algo abrumada,
-¿Por qué…, que fue lo que paso?-, me preguntan de nuevo, las miradas
expectantes de todos en la habitación tratan de intimidarme, pero sin balbuceos
y sin confusiones, les relato lo que paso aquel día en el laboratorio de informática
y que desde ese día siento la mirada de Logan vigilando cada paso que doy, pero
que en mi interior quería creer que solo eran figuraciones, y que la mayor
parte del tiempo si me lo encontraba en los pasillos de la facultad siempre
daba media vuelta y lo evitaba por completo, -hooooo…, ahora entiendo-, comenta
uno de los policías con perspicacia en sus ojos, - ¿y le diste algún motivo
para que hoy te atacara?, pregunta el mismo policía, -¡no!-, le contesto sacudiendo
mi cabeza, -¿segura?-, me pregunta de nuevo, - que ¡no!-,
le contesto subiendo el volumen de mi voz algo exaltada y molesta, y de pronto
siento de nuevo el dolor de mis heridas que se habían desvanecido por un
momento de mi conciencia, y en eso el director pregunta, - pero… ¿por qué dice
que ahora entiende?, -bueno…, la verdad todos los días se atienden casos
policiacos de este tipo-, el policía lo
dice con tanta naturalidad que hasta se me enchina la piel, - ¿de que tipo?-,
pregunta la secretaria con impaciencia, -le puedo asegurar que se trata
claramente de un sociópata, claro si el relato del ataque que sufrió esta chica
va en la dirección correcta a mi afirmación-, y me mira con curiosidad y
pregunta, -¿como te ataco y cuales fueron las palabras exactas al momento de
atacarte?, esa pregunta me helo la espalda por un momento pero no agache la
mirada, les conté como fue que termine en el baño del ultimo edificio, y que ahí
fue donde se atrevió a atacarme, no se si dije las palabras exactas que Logan
me dijo en ese momento, pero estaban tan frescas en mi mente aun, de momento me
interrumpen, diciendo que es probable que Logan este implicado en los otros
asesinatos que ha habido en los baños de otras facultades de la universidad, la
secretaria y el director al igual que yo, ponemos cara de horror, aun que ya lo
sospechaba al momento de su ataque al recordar el periódico que leí de paso en
las manos de aquel estudiante en la cafetería, y por un momento pasa por mi
mente, ¿que fue lo que paso conmigo?, ¿Por qué yo corrí con tanta suerte?, ¿por
qué ellas no pudieron huir?, claro…, estaba enormemente agradecida, sentí que
estaba bendecida, y que alguien en el cielo definitivamente seguía mis pasos y
me estaba cuidando, y viene a mi… el recuerdo de mis padres, así que no solo
fue mera suerte, pero bueno en estos momentos ya solo alucino y siento como si
todo esto fuese un mal sueño del que ya quiero despertar, ya por fin termino el
relato de mi ataque, en el cual por supuesto menciono a Claudia Jiménez , y el
policía que por ultimo me interrogaba, sacude su cabeza afirmando lo que ya
había mencionado, se trataba de un comportamiento sociópata, es decir un
trastorno antisocial de la personalidad, no respeta reglas, no respeta leyes, y
no puede adaptarse a ellas, y aun que saben que están haciendo daño actúan por
impulso para alcanzar lo que desean, pero queda mucho por investigar, había que
hacer mas interrogatorios a sus familiares y a las personas mas allegadas a él
y sobre todo a Claudia, e investigar su historial clínico. En eso llega el
paramédico que atendió mis heridas y con una mirada de tempano dirige sus pasos
veloces hacia los policías y dice, - por favor tienen que ver esto-, se
levantan precipitadamente de sus lugares en el sillón de terciopelo, y el director
los mira con curiosidad, estoy segura que todo esto se trata de la persona que
encontraron en el baño donde fui atacada, ¿acaso Logan abra herido a alguien
mas?, la verdad no entiendo por qué tanto misterio, no imagino que estará
pasando. El director deja a cargo a la secretaria para poder acompañar a los policías,
le pide que no me deje en ningún momento e insiste que haga la llamada a mis
abuelos para contarles lo sucedido y que si es necesario el hará esa llamada,
pongo mis ojos en blanco ya que esa llamada preocupara como nunca a mis abuelos,
pero bueno, en estos momentos que me he armado de valor tendré que resignarme a
contarles todas las peripecias que he pasado hoy en mi cumpleaños y estoy
preparada para ello. -¿Te paso el teléfono?-, con zozobra en su mirada me
pregunta la secretaria, lo pienso un poco antes de decir, -si claro- , y toma
el teléfono azul inalámbrico que esta en el escritorio del director, me lo
entrega y me mira con dulzura diciendo,- estaré en mi escritorio para lo que
necesites-, la miro a los ojos por un momento y respiro una bocanada de aire,
imagino que desea ser prudente y quiere que haga a solas la llamada a mis
abuelos para ver si así me animo hacerla, miro el teléfono en mi mano y mi mano
comienza a temblar, estoy tan asustada, me asusta mas tener que decirle a mis
abuelos que fui atacada en el baño de la escuela, que los navajazos que recibí,
me aferro al teléfono apretándolo con firmeza y decidida a marcar el numero telefónico
de mi casa, aprieto el botón verde para que el teléfono de línea y lo coloco en
mi oído y escucho el piiiiiiiiiiii…, lo miro de nuevo y sin pensarlo marco lo
mas rápido que puedo el numero, después de esperar solo unos segundos contesta
mi hermano Lalo, -¡bueno!-, -hola Lalito, ¿Cómo estas?-, le pregunto con la
misma voz de siempre, y me contesta, -¿Remy donde estas?, te estamos esperando,
ya quiero comer pastel de zanahoria-, -hoooo… si, imagino que estas impaciente
¿verdad?-, le contesto con un poco de angustia en mi voz, - si ya vente Remy,
ya te quiero ver-, me lo dice con algo de presión, - si Lalito, en un ratito
mas voy, pero pásame a mi abue por fa, ¿si?, - le digo con voz suavecita
intentando ser discreta, -mmmmmmm, ¿pero ya vienes?, me lo repite una y otra
vez como intuyendo algo raro, - si Lalito ya voy, pásame a mi abue Remedios por
fa-, se lo digo con fuerza en mi voz-, -bueno, voy por ella-, y al parecer ha
dejado el teléfono por que ya no lo escucho, como en casa no tenemos teléfono
inalámbrico aun, tenemos que echar a correr, ahora que lo pienso, creo que
hubiera sido mejor pedirle a Lalo que llamara al mi abue Justo, mi abue
Remedios me interrogara peor que la policía, pero en fin, que pase lo que tenga
que pasar, -¿Remy? escucho la voz de mi abuelita a través de los cables del teléfono,
se me eriza la piel y se me congela la voz-, ¿qué paso hijita?, ¿Cómo estas?,
¿ya van a venir?, ¿por qué están tardando?-, pregunta tras pregunta de mi
abuela que me siento bombardeada por ellas, - estoy bien abuelita, solo que he tenido
un contratiempo-, se lo digo sin tropiezos en mi voz, -¿qué?, ¿pero.. ¿por qué?,
¿qué te paso? Remy-, y suena ya su voz algo alterada,-abuelita, estoy bien,
¿que no estas hablando conmigo?-, se lo digo con la voz mas tranquila que pude
fingir, -pues si, pero quiero saber ¿que te paso?, ¿donde estas?-, me lo dice
un poco menos alterada, -si te lo voy a decir, te contare todo, pero por favor,
quiero que sepas que estoy bien y quiero que te calmes, a si no puedo contarte
nada-, creo que mi voz serena la tranquilizo por que empezó a escuchar
detenidamente, le conté que tuve un accidente en el baño con un tipo de la
escuela que al parecer quería asaltarme, y que al salir corriendo de ahí caí por las escaleras y me corte con los tubos
de unos mesa bancos que estaban mal puestos al final de los escalones, que
tuvieron que llamar a la cruz roja por que mis heridas necesitaban ser
atendidas, y que también tuvieron que llamar a la policía para poner una
denuncia, y que el director había estado
conmigo en todo momento, la verdad no
podía creer la historia que estaba contando, me dolía en el alma tener que
estar inventándola, pero creo que la verdad le dolería mas a mi abuela, además no
tenia cara, en este caso voz para contarle que ese tipo se quería aprovechar de
mi, eso si no la dejaría dormir, no me siento orgullosa por decir mentiras, es
mas a mis abuelos nunca les he mentido pero siento la necesidad por lo menos
esta vez. - Hay hijita, como no estuve
contigo para defenderte –, lo dice con sus emociones a flor de piel, -no te
preocupes abuelita estoy bien, además claro que pude defenderme, el problema
fue mi torpeza, creo que no reaccione bien al ataque y tropecé-, se lo digo con
una risita que desaparece con la distancia, por fin logro medio calmar a mi abuela,
así que colgamos, decide venir por mi en
la camioneta del abuelo, claro le pide a mi abuelo Justo que la traiga a la
facultad ya que mi abuela ni por equivocación maneja un carro, y bueno no podía
negarme, ella necesitaba verme para estar mas tranquila, además tarde o
temprano tenia que darse cuanta, no podía ocultarle nada, mi conciencia no me
dejaría aunque halla tenido que inventar toda una historia, además no creo poder regresar a mi casa en autobús en el estado en que
me encuentro, la verdad aun me encuentro algo aturdida, me da miedo tener que
enfrentar a Logan de nuevo, no se si esta vez tenga la fuerza necesaria para
defenderme, además muero por verlos, me siento tan protegida al lado de ellos, sé
que son mis abuelos, pero a Lalito y a mi nos has criado como si fuéramos mas
que eso. De pronto la secretaria llega a mi lado y me pide que la acompañe al
baño donde fui atacada hacia unos momentos, ya que necesitan que vea algo
urgente, me pregunto que será, agacho la mirada por unos segundos y juego con
mi pie derecho tambaleándolo, trato de evadir los recuerdos del ataque lo mas
que puedo, le pregunto para que, pero la secretaria no sabe que decir, pero
noto en su faz algo de inseguridad y en su boca apretada algo de temor, me
levanto del sillón recargándome del escritorio mientras inhalo y exhalo, ya no sé
que esperar de todo esto, solo pido que todo acabe bien, la secretaria va
directo a su escritorio y saca del cajón de mero abajo una bolsa de plástico
trasparente donde se ve que guarda algunas blusas nuevas, al parecer aparte de
ser secretaria vende ropa en su tiempo libre, saca una en color azul zafiro
como uno de los ojos de Santiago, y viene a mi mente su rostro, pero sobre todo
su mirada verde y zafiro, me la entrega y dice, -toma Remy, es mejor que te
cambies de blusa para salir, además ya vienen tus abuelos y es mejor que no te
vean así-, la tomo con ambas manos tratando de no acercarla a mi cuerpo para no
mancharla de sangre, a pesar de que la blusa que llevo puesta es negra, no disimula mucho el
rojo de mi sangre, miro la blusa con gusto y le digo,- gracias, después paso a
pagarle-, y me sonríe, -no te apures, es un obsequio, además tu la necesitas
mas-, asiento con mi cabeza y voy derecho al baño, cierro con seguro la puerta y
sin querer me miro de nuevo al espejo e inmediatamente volteo hacia otro lado,
trato de bloquear de mi mente mi rostro, me quito de un tirón la blusa para
hacer las cosas mas rápidas pero me lastimo un poco y me salen algunas lagrimas,
miro de reojo mis heridas y ya no se ven tan mal aun que estoy algo adolorida,
me pongo con mas cuidado la blusa nueva que me dio la secretaria y salgo del
baño, -listo-, le digo sin ninguna expresión en mi rostro, -vamos-, me dice la
secretaria haciendo un ademan con su mano, giro mi cabeza observando todo el lugar y me
doy cuenta que mi mochila no esta por ninguna parte, pero la secretaria intuye
lo que busco y me dice que la guardo en el escritorio del director y que en un
momento mas me la entregara, mientras
me quita de la mano la blusa negra manchada de sangre y la guarda en su
escritorio, abre la puerta con la cadera y me
pide que salga, al principio doy unos tras pies, pero después voy lo mas derecha
posible disimulando un poco mi torpeza…
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